Todos en algún momento hemos sentido estrés y mas cuando se refiere a nuestro trabajo o labor. Algunas personas en ocasiones han estado expuestas a situaciones a nivel laboral, que realmente nos desbordan emocionalmente y nos cargan de una serie de sentimientos y emociones negativas, como lo puede ser la ansiedad, angustia, depresión, irritabilidad, constante mal genio, como también dolencias físicas como tensión muscular, dolores de cabeza, entre otras muchas más, esto genera confusión de no saber que camino elegir. Hoy en día el estrés afecta a un gran número de personas y tiene numerosas implicaciones en la salud.
Dado que el estrés no es algo que podamos evitar totalmente, la mejor manera de hacerle frente es saber en qué consiste, reconocerlo cuando nos esté afectando e identificar que es lo que lo está produciendo, para así eliminarlo o paliar sus efectos.
El estrés de cierto modo funciona como respuesta de supervivencia, en condiciones apropiadas es bueno para nosotros, por ejemplo: si estamos en medio de un incendio, nos ataca una fiera, o un vehículo esta a punto de atropellarnos, los cambios provocados por el estrés en nuestro cuerpo resultan muy convenientes, ya que nos preparan de manera instantánea para responder oportunamente y poner nuestra vida a salvo. Muchas personas en medio de situaciones de peligro desarrollan fuerza insospechada, saltan grandes obstáculos o realizan maniobras prodigiosas.
Por el contrario, se convierte en un enemigo mortal cuando este estado de activación se extiende en el tiempo. Para muchos, las presiones económicas, la sobrecarga de trabajo, el ambiente competitivo, etc., son circunstancias que se perciben inconscientemente como amenazas. Esto les lleva a reaccionar a la defensiva, volviéndose irritables y sufriendo consecuencias nocivas sobre todo el organismo pues eleva la presión sanguínea (hipertensión arterial), nos hace susceptibles a los resfriados, trastornos respiratorios, aumenta el riesgo de los problemas de los trastornos cardíacos, diabetes, asma, colitis, gastritis, úlceras en el estómago y el intestino, disminución de la función renal, problemas de sueño, alteraciones del apetito, agotamiento.
12 consejos prácticos para hacer frente al estrés
Aquí tenéis algunos consejos prácticos que pueden ayudaros a llevarlo mejor:
1. Se realista en lo que puedes y no puedes hacer, las metas ambiciosas son causas frecuentes de estrés.
2. Consigue un descanso reparador, establece una hora regular para dormir.
3. Evita apurarte y preocuparte.
4. Controla tus emociones, decide si las circunstancias valen la pena para angustiarse.
5. No recurras al alcohol, a drogas o la automedicación.
6. No te guardes tus sentimientos dentro de ti, identifica los errores y coméntalos con alguien de tu confianza.
7. Toma decisiones, no aplaces lo que tienes que hacer o decir.
8. Trata de seguir rutinas, evita la desorganización.
9. Intenta utilizar el sentido del humor cuando las cosas no vayan bien.
10. Cuando te sientas apurado, emplea alguna técnica de relajación como respirar profundo y detenerte un momento antes de actuar.
11. Lleva una alimentación equilibrada y duerme 8 horas diarias.
12. Tomate un tiempo para ti y haz algo que te guste como salir a pasear, ir al cine o a cenar con amigos.
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